Carta abierta a Diego Valderas

Querido Diego:

No milito en Izquierda Unida, pero últimamente soy un votante bastante fiel. He de reconocer que esta vez, justo cuando mejor lo tenía IU, me ha costado más trabajo votaros porque ya me temía algo así. Y es que hace falta taparse muy bien la nariz para apoyar a un gobierno liderado por Griñán, con toda la carga de (presunta) corrupción a sus espaldas y su cobardía para ser el primero en abandonar el barco de los EREs.

Agradezco, a pesar del mal olor, vuestra disposición a formar un gobierno de izquierdas, en un intento de evitar que la derecha gobierne nuestra comunidad. Soy consciente de vuestro trabajo para intentar evitar que los próximos recortes supongan miles de despidos, incluso no tengo ninguna duda de que, sin IU en el gobierno, estos recortes serían mucho más terribles para los empleados más desprotegidos.

Pero es que, Diego, falla la primera premisa. La derecha económica ya gobierna en este país a todos los niveles. A lo único que puede aspirar Izquierda Unida desde el gobierno de la Junta de Andalucía es a gestionar los recortes impuestos por esta derecha. Sinceramente, no creo que éste sea el lugar de tu partido en esta situación de crisis.

Hoy necesitamos políticos dispuestos a cambiar la realidad, ése debe ser tu sitio. No el de gestionar un sistema neoliberal que nos condena a una desigualdad económica cada vez mayor.

Piensa que, de seguir así, es muy difícil que en las próximas elecciones los que hoy te han votado sepan distinguir entre PSOE e IU y esto será un desastre para la izquierda andaluza.

No tengas miedo de abandonar el gobierno, no quemes a tu partido en una pira que no es la suya. Ya verás cómo si dejáis a Griñán su gobierno no cae, no habrá nuevas elecciones porque no pueden arriesgarse a que vuestro gesto y posición anti-recortes os dé aún más presencia en el parlamento. Habrá de gobernar en minoría, con apoyos puntuales del PP en lo económico, que habrá de retratarse. Pero es mucho más natural, al fin y al cabo es su política económica, la de los dos partidos, y son ellos los que deben asumir sus consecuencias.

Diego, piensa que los 800 millones de euros que dejaran de ingresar los funcionarios en sus nóminas en sólo cinco meses se detraerán del consumo. Esto ha de suponer, a la fuerza, la triste pérdida de puestos de trabajo en el pequeño comercio, incluso cierres. Es decir, más paro y menos ingresos para el estado vía impuestos. ¿Es esta política la que debe hacer tu partido? Si tu respuesta es afirmativa es que yo, lamentablemente, me he equivocado de voto.

Si piensas que la realidad es más complicada, que es el momento de hacer este sacrificio, creo que te engañas, que desde tu vicepresidencia la realidad se ve distorsionada.

Es la propia dinámica de los recortes la que puede hacer que la gente se aglutine en su indignación, que vuelva a tomar conciencia de clase y deje de ser un mero consumidor-espectador a la deriva de la crisis. Es ahí donde debe estar Izquierda Unida, ofreciendo verdaderas alternativas a un sistema económico basado en la insolidaridad. Y creo que desde el gobierno, querido Diego, no pueden ofrecerse hoy estas alternativas y esperar que la gente las crea sinceras.

Por eso me atrevo a pedirte que no votes los recortes, que dejes el gobierno de la Junta de Andalucía en manos de aquellos que deben gestionar su propia política económica y liderarnos hacia un naufragio cada vez más inevitable.

Diego, me temo que se empieza, con toda la buena intención, por intentar tirar del gobierno de la Junta de Andalucía hacia la izquierda y se acaba siendo empujado hacia la derecha.

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Noche triste de octubre, 1959

A Juan Marsé

Definitivamente
parece confirmarse que este invierno
que viene, será duro.
Adelantaron
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el dia, el día en que, por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.

En la noche de octubre,
mientras leo entre líneas el periódico,
me he parado a escuchar el latido
del silencio en mi cuarto, las conversaciones
de los vecinos acostándose,
todos esos rumores
que recobran de pronto una vida
y un significado propio, misterioso.

Y he pensado en los miles de seres humanos,
hombres y mujeres que en este mismo instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus preocupaciones,
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno,

mientras que afuera llueve.
Por todo el litoral de Cataluña llueve
con verdadera crueldad, con humo y nubes bajas,
ennegreciendo muros,
goteando fábricas, filtrándose
en los talleres mal iluminados.
Y el agua arrastra hacia la mar semillas
incipientes, mezcladas en el barro,

árboles, zapatos cojos, utensilios
abandonados y revuelto todo
con las primeras Letras protestadas.

Jaime Gil De Biedma
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Demasiados políticos: 445.568

Estoy harto ya de recibir, varias veces al día, un mensaje diciendo que en España tenemos 445.568 políticos. Esto que supone el doble de Italia que, siempre según el mensaje, es el segundo con más políticos de Europa. Es más, dicen que tenemos 300.000 políticos más que Alemania, lo cual parece escandaloso.

Cansado como estoy, me he propuesto buscar información al respecto y he tenido una suerte loca. A veces San Google sí que resulta realmente milagroso.

He dado con éste artículo del blog de Miguel Izu que, además, me ha conducido a la fuente en el diario El Aguijón. Al leer el artículo original me ha resultado escandaloso el cuadro con las cuentas de políticos, que verdaderamente es un buen ejemplo de anumerismo (analfabetismo “numérico”). Por lo demás, como Miguel Izu dice más o menos lo que yo quería contar, pero mejor, me limito a copiar su entrada:

“La última estupidez que me saca de quicio y que circula por las redes es que España es el país con más políticos por habitante de Europa ya que se supone que tenemos nada menos que 445.568 políticos, dice la supuesta noticia que 300.000 políticos más que Alemania y el doble que Italia y Francia. La cantidad viene de un supuesto estudio interno “elaborado por tres asesores de la Presidencia del Gobierno” y al que ha tenido acceso en exclusiva el blog digital que la difunde (diarioelaguijon.com) que incluye un cuadro con las cifras por categorías. No hay más que echar un vistazo general para darse cuenta de que el criterio empleado para establecer cuántos políticos hay hace aguas por todos lados, empezando por lo dudoso de que 350 diputados y 266 senadores sumen 650.

Aparecen en la lista 131.250 políticos empleados en empresas públicas; teniendo en cuenta que según la Encuesta de Población Activa del INE los asalariados en empresas e instituciones públicas son 147.700, parece que han considerado como políticos desde los conserjes hasta los informáticos excluyendo solo a los becarios. Los 65.130 sindicalistas liberados resulta que también son políticos y las 31.210 personas que trabajan en las organizaciones patronales también, deben serlo hasta las señoras (o señores) de la limpieza. Los 6.000 políticos de las Cámaras de Comercio también llaman la atención teniendo en cuenta que sólo tienen unos 3.000 trabajadores. También figuran como políticos 8.112 alcaldes (no sé qué pasa con los cuatro alcaldes que faltan ya que en España hay 8.116 ayuntamientos) y 65.896 concejales (68.230 concejales, incluyendo alcaldes, dicen los datos oficiales del Ministerio del Interior que fueron elegidos en mayo de 2011, tampoco cuadran los números pero pelillos a la mar). Pensar que son políticos los miles y miles de alcaldes y concejales de pueblo (4.861 municipios no llegan a los mil habitantes) que acuden al ayuntamiento sin cobrar un euro después de salir de su trabajo como agricultores, tenderos, obreros, médicos, fontaneros o amas de casa, o sin salir del trabajo porque son jubilados o parados, carece del menor rigor. Qué decir de los 1.031 diputados provinciales que se suman a todos los anteriores sin considerar que todos ellos son también concejales porque así lo impone el sistema electoral, o los 2.800 políticos en mancomunidades con los que sucede lo mismo. Pero bueno, puestos a sumar, sumamos dos veces y no pasa nada. Lo que no sé es porqué no han sumado dos millones más para redondear cifras teniendo en cuenta que buena parte de las categorías del cuadro en realidad son funcionarios.

En fin, que así fácil salen los 445.568 políticos. Para decir que en Alemania solamente hay 145.568 (300.000 menos) imagino que prescinden por completo de los 12.379 municipios que hay en ese país con sus correspondientes alcaldes y concejales y para decir que en Francia hay la mitad de políticos que en España habrán ignorado sus 36.683 municipios, también con sus alcaldes y concejales.

En fin, risas aparte, estos bulos tan difundidos por la red no son inocentes. Todos van en la misma dirección: el problema de España es que hay demasiados políticos, demasiados funcionarios, demasiados sindicalistas, demasiado gasto público. Nos merecemos todos los recortes que nos impongan. En cambio, muchos menos datos circulan sobre el número de empresarios con dinero en paraísos fiscales, las subvenciones a las organizaciones empresariales, la cantidad de dinero público invertido en salvar negocios privados o cuántos empresarios y profesionales se escaquean de pagar impuestos, que no serán todos pero que deben ser muchos para que las cifras oficiales digan desde hace muchos años que declaran de media menos ingresos que los asalariados. Y poco se recuerda que la crisis económica en este país no la han causado los excesos del sector público, que estaba relativamente saneado (aunque por supuesto que existían abundantes casos de despilfarro y corrupción), sino los excesos del sector privado, principalmente del bancario y del constructor, jaleados no sólo por políticos irresponsables y economistas sin escrúpulos sino también por muchos medios de comunicación y una buena parte de la ciudadanía cegada por el espejismo de las diversas burbujas (financiera, hipotecaria, inmobiliaria) en las que ponía alegremente su dinero o sus esperanzas. Que no sé si ha escarmentado si traga mensajes tan burdos y tramposos  como el de los 445.568 políticos”.

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Wert y el rendimiento de los becarios

Imagen tomada de loscalvitos.com

Como dirían en algunas zonas de Andalucía: “La boca de Wert no dice verdad”.

Para preparar el camino a la drástica reducción de becas el ministro Wert se dedicó a hacer una campaña denunciando el poco aprovechamiento que los becarios hacen de éstas. Lo que supone, según el ministro, “un derroche de miles de millones de euros”. La cifra de por sí es muy exagerada, pues el presupuesto en educación es de 3.106,8 millones de euros. Dado que en español “miles” quiere decir “al menos dos mil”, el ministro nos quiere hacer creer que él piensa que más del 65% del presupuesto en educación del Reino de España se gasta en becas desaprovechadas. Lo cual, dicho con todos mis respetos, señor ministro, es tomarnos por idiotas. De hecho, el ahorro en becas que el gobierno espera es de 166 millones de euros, lo cual ya es una cifra brutal.

El señor Wert se ha traído al ministerio un grave vicio de tertuliano: el soltar cifras (falsas o no contrastadas) a ver si cuelan. Esto le sirve para ganar una discusión de taberna, pero no para ganarse su sueldo de ministro.

Es más, el 10 de abril el ministro afirmaba en el senado que “un 40% de los becarios que acceden a la universidad con una nota media entre el 5 y el 6 abadonan los estudios en el primer curso de carrera y que eso cuesta miles de millones de euros”. No sé por qué, pero me da en la nariz de que esa cifra del 40% también es tabernaria.

Miento, sí sé por qué. Ayer leí una noticia en cuartopoder.es que hacía referencia a otras palabras del ministro. Se trata de una respuesta escrita a unas preguntas de los diputados socialistas Andrés Torres Mora y Miguel Ángel Heredia. En ella el ministro afirma: “La tasa de rendimiento de los beneficiarios de beca, de primer y segundo ciclo de estudios universitarios, alcanza el 78,7% frente al total de los estudiantes universitarios, que arroja el 64,9%”. Añadiendo más adelante: “De cada 100 créditos en los que se matriculan los estudiantes universitarios becarios, aprueban 78,7”. esta respuesta escrita está fechada el 16 de abril de 2012, seis días después de si intervención oral en el senado.

Es decir, que el rendimiento de los becarios está 14 puntos por encima de la media. Esta cifra falsea el mensaje del gobierno y deja sin argumentos a los que defienden el desaprovechamiento del sistema de becas en España.

Estoy seguro de que el sistema de becas es mejorable y se podría conseguir un mejor aprovechamiento. Invito al ministro a que contrate para realizar esta labor a personas que hayan realizado sus estudios con beca que, a tenor de las cifras que dio al congreso, parecen a priori mejor preparadas.

O bien que nos diga la verdad, que no le gusta que los “tiesos” vayan a la Universidad.

Aclaración: Por cierto, que los amigos de cuartopoder.es afirman en su artículo que “casi el 80% de los becarios universitarios aprueban todas las asignaturas”, lo cual no es cierto. La frase correcta es “los becarios universitarios aprueban casi el 80% de todas sus asignaturas”.

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