La clase política no desaprovecha cualquier oportunidad que se les aparezca para demostrar cuan lejos están de la sociedad, del mundo real que vivimos las personas reales.
Hasta hace poco cualquier debate político se fundamentaba en la nada, es decir, en el “y tú más”. Si uno dice Gürtel, el otro contesta ERE. Si uno dice Bárcenas, el otro responde Campeón. Si uno nombra a Ana Mato el otro, como el del chiste, contesta “¿Y tú, con esas gafas?”… Y así estamos.
Asístimos ahora a una pequeña modificación de esta rutina, más egocéntrica, basada en el “y yo menos”. Se trata de sacar las declaraciones de renta para ver quién ha cobrado menos… lamentable. Seguimos en el vacío.
Mientras tanto, todo sigue igual. Los partidos seguirán manejando dinero negro, si quieren, porque nada han cambiado los políticos para evitarlo. Los corruptos seguirán llevándose dinero extra, si quieren, porque seguiran tapándose sus vergüenzas unos a otros para seguir usándolas en contra del rival cuando haga falta.
Pero sobre todo, y esto es lo terrible, cada vez hay más gente pasandolo mal, muy mal, porque los políticos no hacen más que gestionar los recortes que “les vienen impuestos” y dedicarse al debate superficial. ¡Qué lejos están de la altura que su tarea precisa!
Ay, sigue pareciéndome la más acertada aquella pancarta que leí en el 15M: “queremos políticos que aspiren a cambiar la realidad, no a gestionarla”.
(No pretendo generalizar al referirme a los políticos. Ellos saben que a ellos me refiero, aunque me temo que no leerán esto)