Me busco por el tiempo que he perdido
y en las hojas de ayer del calendario,
pero no encuentro al alma por mi almario
ni rastro de aquel viejo conocido.
El que yo fui, ¿por dónde se habrá ido?
Quiero saber de mí. Es necesario
conocer a quien trato en este diario
escribir las memorias de mi olvido.
La aventura pequeña de ese barco
que hace su travesía por un charco
sabiendo que a babor nadie contesta.
Bebiendo estoy mi vino y mi pregunta.
Penas y dudas. Todo se me junta.
Y Dios da la callada por respuesta.
Manuel Alcántara