Demasiados políticos: 445.568

Estoy harto ya de recibir, varias veces al día, un mensaje diciendo que en España tenemos 445.568 políticos. Esto que supone el doble de Italia que, siempre según el mensaje, es el segundo con más políticos de Europa. Es más, dicen que tenemos 300.000 políticos más que Alemania, lo cual parece escandaloso.

Cansado como estoy, me he propuesto buscar información al respecto y he tenido una suerte loca. A veces San Google sí que resulta realmente milagroso.

He dado con éste artículo del blog de Miguel Izu que, además, me ha conducido a la fuente en el diario El Aguijón. Al leer el artículo original me ha resultado escandaloso el cuadro con las cuentas de políticos, que verdaderamente es un buen ejemplo de anumerismo (analfabetismo “numérico”). Por lo demás, como Miguel Izu dice más o menos lo que yo quería contar, pero mejor, me limito a copiar su entrada:

“La última estupidez que me saca de quicio y que circula por las redes es que España es el país con más políticos por habitante de Europa ya que se supone que tenemos nada menos que 445.568 políticos, dice la supuesta noticia que 300.000 políticos más que Alemania y el doble que Italia y Francia. La cantidad viene de un supuesto estudio interno “elaborado por tres asesores de la Presidencia del Gobierno” y al que ha tenido acceso en exclusiva el blog digital que la difunde (diarioelaguijon.com) que incluye un cuadro con las cifras por categorías. No hay más que echar un vistazo general para darse cuenta de que el criterio empleado para establecer cuántos políticos hay hace aguas por todos lados, empezando por lo dudoso de que 350 diputados y 266 senadores sumen 650.

Aparecen en la lista 131.250 políticos empleados en empresas públicas; teniendo en cuenta que según la Encuesta de Población Activa del INE los asalariados en empresas e instituciones públicas son 147.700, parece que han considerado como políticos desde los conserjes hasta los informáticos excluyendo solo a los becarios. Los 65.130 sindicalistas liberados resulta que también son políticos y las 31.210 personas que trabajan en las organizaciones patronales también, deben serlo hasta las señoras (o señores) de la limpieza. Los 6.000 políticos de las Cámaras de Comercio también llaman la atención teniendo en cuenta que sólo tienen unos 3.000 trabajadores. También figuran como políticos 8.112 alcaldes (no sé qué pasa con los cuatro alcaldes que faltan ya que en España hay 8.116 ayuntamientos) y 65.896 concejales (68.230 concejales, incluyendo alcaldes, dicen los datos oficiales del Ministerio del Interior que fueron elegidos en mayo de 2011, tampoco cuadran los números pero pelillos a la mar). Pensar que son políticos los miles y miles de alcaldes y concejales de pueblo (4.861 municipios no llegan a los mil habitantes) que acuden al ayuntamiento sin cobrar un euro después de salir de su trabajo como agricultores, tenderos, obreros, médicos, fontaneros o amas de casa, o sin salir del trabajo porque son jubilados o parados, carece del menor rigor. Qué decir de los 1.031 diputados provinciales que se suman a todos los anteriores sin considerar que todos ellos son también concejales porque así lo impone el sistema electoral, o los 2.800 políticos en mancomunidades con los que sucede lo mismo. Pero bueno, puestos a sumar, sumamos dos veces y no pasa nada. Lo que no sé es porqué no han sumado dos millones más para redondear cifras teniendo en cuenta que buena parte de las categorías del cuadro en realidad son funcionarios.

En fin, que así fácil salen los 445.568 políticos. Para decir que en Alemania solamente hay 145.568 (300.000 menos) imagino que prescinden por completo de los 12.379 municipios que hay en ese país con sus correspondientes alcaldes y concejales y para decir que en Francia hay la mitad de políticos que en España habrán ignorado sus 36.683 municipios, también con sus alcaldes y concejales.

En fin, risas aparte, estos bulos tan difundidos por la red no son inocentes. Todos van en la misma dirección: el problema de España es que hay demasiados políticos, demasiados funcionarios, demasiados sindicalistas, demasiado gasto público. Nos merecemos todos los recortes que nos impongan. En cambio, muchos menos datos circulan sobre el número de empresarios con dinero en paraísos fiscales, las subvenciones a las organizaciones empresariales, la cantidad de dinero público invertido en salvar negocios privados o cuántos empresarios y profesionales se escaquean de pagar impuestos, que no serán todos pero que deben ser muchos para que las cifras oficiales digan desde hace muchos años que declaran de media menos ingresos que los asalariados. Y poco se recuerda que la crisis económica en este país no la han causado los excesos del sector público, que estaba relativamente saneado (aunque por supuesto que existían abundantes casos de despilfarro y corrupción), sino los excesos del sector privado, principalmente del bancario y del constructor, jaleados no sólo por políticos irresponsables y economistas sin escrúpulos sino también por muchos medios de comunicación y una buena parte de la ciudadanía cegada por el espejismo de las diversas burbujas (financiera, hipotecaria, inmobiliaria) en las que ponía alegremente su dinero o sus esperanzas. Que no sé si ha escarmentado si traga mensajes tan burdos y tramposos  como el de los 445.568 políticos”.