El desafío de la semana: un reloj de dos colores

Elisa Lorenzo García, estudiante de doctorado de la Universidad Politécnica de Cataluña, plantea el cuarto desafío matemático de EL PAÍS.

Se considera un reloj con sus 12 números en torno a una circunferencia: 1, 2, …, 12. Se pintan de azul o rojo cada uno de los 12 números de modo que haya seis pintados de azul y seis de rojo. El problema consiste en demostrar, que, independientemente del orden en que se hayan pintado, siempre existirá una posible recta que divida al reloj por la mitad, dejando en cada lado seis números, tres pintados de rojo y tres pintados de azul.

Pueden enviar sus soluciones a problemamatematicas@elpais.es y participar en el sorteo de la biblioteca matemática que ofrece EL PAÍS cada domingo.

8 de cada 6 periodistas no entienden de números

Al hilo del reportaje sobre el ‘anumerismo’ pongo esta noticia publicada por Xavi Puig en El Mundo Today.

El 90% de los encuestados desprecia el dato y el 60% restante también.

Un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado que 8 de cada 6 periodistas tienen serios problemas para resolver cálculos mentales: “Los más rápidos suelen tardar media hora en realizar una suma y los más lentos hasta 30 minutos”, aseguraba esta mañana el responsable de prensa de la institución. El informe añade que, de todas las asignaturas que se imparten en el plan de estudios oficial de la carrera de periodismo, sólo tres de ellas incluyen habilidades de cálculo. “Si la carrera dura cinco años y sólo en tres asignaturas hay cálculo, la proporción es de una asignatura y media por año y, si se repite curso, de cuatro por dos años ampliable a tres si se convalidan”, aclara el INE. Continuar leyendo “8 de cada 6 periodistas no entienden de números”

El ‘anumerismo’ también es incultura

Anumerismo
El anumerismo- LUIS F. SANZ

Saber pocas matemáticas nos convierte en ciudadanos más manipulables – El desconocimiento de los números carece del reproche social que provocan otras ignorancias.

Comprar un décimo a Doña Manolita “porque ahí cae mucho” sin tener en cuenta la enorme cantidad de números que despacha esa administración de lotería. Traducir del inglés la palabra billion por “billón” sin considerar que en español ese término designa una cifra mil veces mayor. Asumir sin el menor sentido crítico el titular “ocho autonomías, por debajo de la media en gasto sanitario”, sin preguntarnos qué tendrá de extraordinario la noticia.

Estos tres ejemplos son síntomas de anumerismo, la incapacidad en diversos grados para desenvolvernos en el universo de las cifras. La palabra la popularizó hace 23 años el matemático estadounidense John Allen Paulos en El hombre anumérico (Tusquets), un ensayo que ya es un clásico. Y aunque el término no ha entrado en el diccionario, describe una realidad vigente, un tipo de ignorancia que puede afectar a personas cultísimas en otras ramas del saber. Su precio, según Paulos, es alto. “Usted puede elegir entre tener o no ciertas nociones numéricas pero si no las tiene será más manipulable”. Y más proclive a dejarse engañar por charlatanes y pseudocientíficos.

Pueden seguir leyendoeste reportaje de Bernardo Marín en El País.