¿Por qué la gente odia las matemáticas?

Érase una vez una flauta mágica. Y eso era justamente lo que los carpinteros necesitaban; porque si se tocaba la melodía adecuada, y se tocaba correctamente, entonces la madera no se deformaba, los cinceles no patinaban,  y todas las juntas encajaban perfectamente. Así que fue terriblemente útil, y a todos los niños se les enseñaba a tocarla.

Y había algo más en esa flauta. Porque si se tocaba no solo con corrección sino también con maestría, entonces su sonido iba directo al corazón. Así que los niños (y algunos adultos también) incapaces de distinguir una azuela de una argallera se pasaban largas horas practicando, tan solo por la dulzura de sus notas y el gozo de la perfecta ejecución.

Pero había un problema con esta flauta.  No podías oírla a no ser que fueras tú el que la tocaba. Cuando la tocaba otro, resultaba extravagante y sin sentido, inmerso en su propio mundo. Los profesores de flauta podían ver si tus dedos estaban cerca de los lugares adecuados y tus labios en la posición correcta, pero lo que tú estabas oyendo solo podían suponerlo.  Y los profesores de carpintería podían saber por tu trabajo si estabas dando con la melodía adecuada, pero no tenían ni idea de cual era el problema si no.

Así que no es de extrañar que muchos niños encontraran la música un tostón incomprensible y la carpintería un sufrimiento humillante.

David H. Fremlin, pueden leer el texto original en inglés aquí.
Nos ha facilitado el cuento Jordi Delgado (UPC)

La cuadrilla de segadores

Grigory Myasoyedov (1887): los segadores

Según cuenta Y. Perelman, el físico A. Tsinguer se refiere a este problema, en sus recuerdos de L. Tolstoi, como uno de los preferidos del escritor. No en vano es conocido por muchos como el problema de Tolstoi. El enunciado es el siguiente:

Una cuadrilla de segadores debe segar dos campos, uno de doble superficie que el otro. Por la mañana toda la cuadrilla trabaja en el campo grande. Por la tarde, después de comer, media cuadrilla sigue trabajando en el campo grande, mientras que la otra media lo hace en el campo pequeño. Al terminar la jornada, ambos campos habrán sido segados, excepto una porción del campo pequeño que segará un solo segador volviendo al día siguiente y trabajando toda la jornada. ¿Cuántos segadores había?

La solución se puede encontrar fácilmente en internet. Por supuesto yo os animo a intentarlo antes de buscar la respuesta.

Xuanji Tu

Visto en ZTFNews.org, quien a su vez lo vio en Futility Closet.

En el siglo IV, la poeta y palindromista china Su Hui perdió ’el favor’ de su marido por una concubina.

Su Hui con un palíndromo. http://en.wikipedia.org/wiki/File:Su_Hui_with_a_palindrome.jpg

Para consolar su pena e intentar atraer a su esposo de nuevo, compuso un ingenioso conjunto de 841 caracteres -un tablero de 29 por 29 casillas- que pueden leerse en cualquier dirección -vertical, horizontal o diagonal- y sentido. Es el poema Xuanji Tu.

El poema “Xuanji Tu”. http://en.wikipedia.org/wiki/File:Xuanjitu.GIF

Esta estructura genera 2.848 posibles poemas.

Se dice que el esposo de Su Hui ‘se conmovió’, y abandonó a la concubina por su Su Hui… ¡cuánta nobleza por parte del marido!

El problema difícil

El problema difícil por Nicolai Bogdanov-Belski (1895)

El problema propuesto a los alumnos de este cuadro es calcular

\(\frac{10^2+11^2+12^2+13^2+14^2}{365}\).

En principio no es un problema difícil, pues se trata de calcular 5 cuadrados, sumarlos y dividirlos por 365. La dificultad estriba en que el maestro, Serguei A. Rachinski, les ha propuesto realizar el cálculo mentalmente. De ahí que en el cuadro no aparezca ningún objeto de escritura y la cara de concentración de algunos alumnos.

Para el maestro, conocedor de las propiedades de los números, el problema es sencillo, pues él conoce que Continuar leyendo “El problema difícil”