Lectorados MAEC-AECID

Lo más estrambótico es que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo centre esta actividad en EE.UU., Canadá, Brasil, China, India y Australia. De los cuales, al menos cuatro yo no consideraría receptores de cooperación para el desarrollo.

Pero expliquemos de qué va el tema. Según se dice en la página del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC), “desde hace más de 30 años el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC) español viene colaborando con distintas Universidades extranjeras en la enseñanza del español al nivel educativo superior, y en la difusión de la cultura en español en dicho ámbito, a través de su programa de Lectorados MAEC – AECID.

En la actualidad, la Dirección de Relaciones Culturales y Científicas (DRCC) de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), envía a lectores de español a Universidades en el exterior mediante el citado programa, especialmente, a Universidades de países clasificados como receptores de Ayuda Oficial al Desarrollo por la OCDE, y también a otras Universidades con las que España desarrolla programas de Cooperación Cultural.

El programa de Lectorados MAEC-AECID ha tenido tradicionalmente una gran aceptación en el mundo universitario, tanto español como extranjero, facilitando a los centros interesados la provisión de jóvenes lectores españoles con el perfil académico más adecuado, y también a los lectores la posibilidad de una eventual formación de postgrado en sus universidades de acogida”.

Pues bien, tras convocar 211 puestos de lectorado a finales de febrero, el ministerio ha anulado 195 de los 211. Es decir, ha anulado el programa casi al completo. Además ha pervertido la vocación de cooperación internacional para el desarrollo del mismo al atenerse sólo a criterios comerciales, pues sólo por esta razón deben mantenerse los lectorados de EE.UU., Canadá, Brasil, China, India y Australia.

Por este motivo yo ya he firmado la petición para la reinstauración del programa de lectorados MAEC-AECID completo.

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Manifiesto contra la destrucción de la Universidad Pública

Quienes firmamos (firmar aquí) este escrito, miembros de la comunidad universitaria de todas las universidades españolas manifestamos nuestro más absoluto rechazo a las medidas de recorte presupuestario tomadas por el gobierno porque entendemos que suponen un atentado gravísimo y sin precedentes que amenaza la supervivencia del servicio público de la enseñanza superior.
1. Las medidas acordadas por el Consejo de Ministros responden a una grosera improvisación. No son el resultado de un análisis detenido de los problemas que pudiera tener la universidad española, sino la consecuencia de dar el hachazo primero y luego tratar de encontrar argumentos que puedan justificarlo. Una prueba palpable de ello es que los recortes de gasto, la reducción de efectivos y el cambio de normas se realizan antes de que ni siquiera comience a funcionar la comisión nombrada por el Ministerio para que haga propuestas de reformas. Una comisión que igualmente rechazamos de plano porque, con independencia de la muy alta categoría profesional de todos y todas sus componentes, no refleja el pluralismo ideológico de nuestra sociedad y sobrevalora la influencia de los intereses bancarios privados a la hora de definir el mejor ordenamiento de la universidad pública española.
2. Para abrir paso a esas medidas y para apoyar los recortes, el propio Ministro y otros dirigentes políticos del Partido en el Gobierno han dado datos incorrectos o han dicho mentiras que confunden y engañan a la opinión pública: Sigue leyendo
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Un parásito para la economía española

El Centro Delàs presenta su Informe núm. 12: El complejo militar-industrial. Un parásito para la economía española. Presenta una visión general sobre la industria militar española y descubre el oligopolio de las armas y el complejo militar-industrial que domina este sector industrial. La apuesta por el desarrollo de una industria militar ha hecho aumentar la deuda pública y ha creado una burbuja armamentista.

Para descargarte el informe completo, haz clic aquí.

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Carta de un investigador a Chiquito de Guindos, ministro de Economía

Fuente: Principia Marsupia

Querido Luis,

Entre todas las cartas que he dirigido a los líderes de nuestro país, ésta es la más especial para mí: como el Ministerio de Ciencia ha desaparecido y sus tareas dependen ahora del Ministerio de Economía, resulta que tú eres mi jefe.

Quería alertarte sobre unas declaraciones que los periódicos de ayer te atribuyen: “Guindos aboga por cambiar el modelo económico del ladrillo al conocimiento”.

Luis, estoy seguro de que estas palabras no son tuyas, sino de Chiquito de la Calzada. Un hombre de tu integridad no puede haberse atrevido a semejante descaro una semana después de recortar la inversión en ciencia un 26%.

Hace ya un tiempo que sospecho que Chiquito te suplanta en las intervenciones sobre política científica. Por ejemplo, en la comparecencia parlamentaria del pasado 11 de abril, un sujeto que se identificó como “el ministro de Economía” declaró: “la inversión en investigación en España tiene una deficiencia al depender de subvenciones que deben ser eliminadas para dar paso a la inversión privada.”

Esta falacia es más grande que un elefante de Botsuana. Si las empresas españolas no invierten en I+D es, precisamente, por la debilidad de nuestra ciencia básica.

La investigación pública y la investigación privada se necesitan la una a la otra. Ninguna empresa puede arriesgarse a invertir en una idea “que quizás funcione dentro de 80 años”. La investigación pública puede aceptar esos retos. Y al revés, parte de los rendimientos generados por la innovación privada deben reinvertirse en ciencia básica si queremos construir una economía próspera.

La historia de la ciencia está repleta de teorías abstractas que generaron aplicaciones muy prácticas (el descubrimiento de la mecánica cuántica permitió construir ordenadores) y también de problemas cotidianos que dieron lugar a teorías muy generales (el estudio de la eficiencia de los motores está en el origen del segundo principio de la termodinámica).

El GPS se basa sobre la teoría de la relatividad, pero Einstein no estaba pensando en el TomTom cuando la desarrolló. Los EEUU tienen las empresas tecnológicas más avanzadas, pero también el mayor número de premios Nobel en física teórica.

Las compañías innovadoras florecen donde hay universidades dinámicas que producen ideas.

Las universidades florecen en economías robustas que generan impuestos para financiarlas.

Sostener que “debemos reducir nuestra inversión en ciencia básica para que las empresas españolas mejoren su I+D”, es una estupidez mayúscula.

En la misma comparecencia parlamentaria, el tal “ministro de Economía” añadió: “se ha comprobado que un aumento en la inversión en I+D no se traduce necesariamente en mayor competitividad.”

Esta afirmación me dejó perplejo. ¿Dónde se ha comprobado? ¿Qué estudio soporta semejante conclusión?

Las estadísticas de la UE dicen que los países que menos invierten en I+D son, por este orden, Irlanda, Portugal, España, Italia y Grecia. ¿Seguro que no hay cierta conexión entre investigación y competitividad? Más importante aún: ¿acaso no comprendemos que las economías que menos apostaron por la ciencia son aquellas que están generando más sufrimiento humano?

Luis, estoy convencido de que tú no eres el autor de tan descomunales sandeces. Un ministro tan incapaz podría provocar que la ciencia española colapsase más rápido que Lehman Brothers.

Aunque, ahora que lo pienso, ¿quién fue el consejero para Europa de Lehman Brothers desde 2006 hasta su bancarrota?

Un caluroso abrazo Luis, jefe mío.

Firmado:

Dr. Alberto Sicilia, uno de tus serviles fistros diodenales.

P.S.- Si os parece oportuna, os ruego difundáis esta carta.

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