Por qué en una bandada de estorninos cada uno está rodeado por otros siete

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Las bandadas de estorninos (Sturnus vulgaris) se caracterizan por una curiosa propiedad: cada estornino ajusta su movimiento en función del de los siete vecinos que le rodean. Este número es independiente del número de individuos y de su densidad. El misterio tiene una explicación: el equilibrio entre la cohesión del grupo y el esfuerzo individual, cuando hay incertidumbre en la detección de la posición de los vecinos, tiene un coste sensorial y cognitivo mínimo cuando la interacción mutua se reduce a entre seis y siete vecinos. Esta solución se ha obtenido estudiando la bandada como un sistema dinámico lineal (sistema de ecuaciones diferenciales ordinarias) con ruido en la interacción entre individuos. Cada pájaro en la bandada responde a un número fijo de vecinos (m) y cada interacción tiene un cierto coste (esfuerzo) proporcional a la distancia de separació. Como la bandada tiene que responder a las señales externas del entorno (vigilar y evitar depredadores, buscar comida, sitios de descanso, etc.), lo más razonable es que el esfuerzo que cada individuo necesite para mantenerse en la bandada sea el mínimo posible. Aunque el modelo utilizado es muy sencillo, los autores han utilizado simulaciones por ordenador para determinar el número óptimo de vecinos (m*) que minimiza el coste y el efecto negativo del ruido en la interacción. El resultado, que no depende del número de individuos, es un número entre seis y siete, aunque para bandadas muy planas el valor crece hasta 10. L0s autores del estudio afirman que sus conclusiones son aplicables a bancos de peces, enjambres de insectos, rebaños de animales y otras agrupaciones similares de animales. El artículo técnico es Young GF, Scardovi L, Cavagna A, Giardina I, Leonard NE, “Starling Flock Networks Manage Uncertainty in Consensus at Low Cost,” PLoS Comput. Biol. 9: e1002894, 2013. Continuar leyendo “Por qué en una bandada de estorninos cada uno está rodeado por otros siete”

Matemáticas para predecir el cáncer

Héctor Gómez, de 32 años, ha sido nombrado mejor investigador de España. En su carrera de 10 años acumula 25 publicaciones de prestigio y ha conseguido una financiación de 1,4 millones de euros para un proyecto de 5 años. El objetivo es estudiar cómo las matemáticas pueden servir para predecir tumores. Un equipo de 9 personas le ayudará a conseguir “los mejores resultados”.

Un 12,93 para Matemáticas y Física

La doble titulación de Matemáticas y Física, ofertada por la Universidad Complutense, es la carrera de más difícil acceso en la comunidad de Madrid, al exigir una calificación de 12,93 sobre 14 puntos posibles.

Si bien es cierto que esta titulación oferta tan sólo 25 plazas, frente a las 340 de medicina, también hay que valorar que Matemáticas y Física estaba el año pasado en segunda posición, justamente detrás de medicina.

Pueden leer la noticia completa en El País.

A los científicos no les gustan las matemáticas

Noticia leída en europapress.es

Una teoría es menos apreciada si está repleta de detalles matemáticos

A los científicos les gustaría creer que la popularidad de las nuevas teorías depende enteramente de su valor científico: en términos de corrección, novedad, importancia y técnica. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Bristol, publicado la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., demuestra que los científicos prestan menos atención a las teorías que están repletas de detalles matemáticos.

Los autores principales del trabajo, Tim Fawcett y Andrew Higginson, encontraron que los artículos científicos que presentan muchas ecuaciones en cada página son raramente mencionados por otros científicos. La mayoría de los artículos densos en matemáticas son referenciados con un 50 por ciento menos de frecuencia que los que tienen poco o nada de matemáticas.

Muchos científicos, incluyendo el famoso físico teórico Stephen Hawking, se han preocupado de cómo las matemáticas afectan al impacto de su trabajo, pero el estudio de la Universidad de Bristol es el primero en medir la magnitud del problema.

“Este es un tema importante porque casi todas las áreas de la ciencia se basan en los vínculos estrechos que existen entre la teoría matemática y el trabajo experimental. Si las nuevas teorías se presentan de una manera que resulta desagradable para otros científicos, entonces nadie va a realizar los cruciales experimentos necesarios para poner a prueba estas teorías, lo que supone una barrera para el progreso científico”, ha señalado Fawcett.

Entonces, ¿hay alguna manera de superar la barrera de comunicación entre la teoría y los experimentos? Para los investigadores, una solución a largo plazo sería la de mejorar la formación matemática de los graduados en ciencias.

Pero podría haber soluciones más inmediatas, como ha explicado Higginson y que sería que “los científicos piensen más detenidamente acerca de cómo se presentan los detalles matemáticos de su trabajo”. A su juicio, “la solución ideal no es ocultar las matemáticas, pero quizá sí añadir más texto explicativo para llevar al lector a través de los supuestos y las implicaciones de la teoría”.

Para los autores del estudio, el mayor temor de que este enfoque es la resistencia por parte de algunas revistas científicas, para las que el espacio de página es un lujo.

“Los artículos de las principales revistas quieren ser muy concisos, muchos de los detalles técnicos están incluidos en un apéndice de una línea”, ha indicado Fawcett, quien ha añadido que, “afortunadamente, este estudio sugiere que las ecuaciones incluidas en un apéndice no tienen ningún efecto sobre las tasas de citas”. “Así que mover algunas de las ecuaciones a un apéndice puede ser la solución más pragmática”, ha concluido.